Entrega XV – I (11/2000) En la nueva versión del viejo himno universitario “Gaudeamus“, que hube de fabricar, canturreándomela a la falta de medios de escritura, en los calabozos de la puerta del Sol allá por el año 1966, una de las estrofas viene a decir algo como “si tal vez no sabemos / qué queremos que suceda, / en cambio, lo que nos oprime, / en cambio, lo que es falso, / eso lo sabemos bastante bien”, “si nescímus fórsitan / quae fieri valímus, /et ea quae nos premunt, / et ea quae falsa sunt, /ea satis scimus; que no era más que lo que también poco después escribirían por las paredes de París los estudiantes, por ejemplo, ” Nous ne savons pas ce que nous voulons, mais nous savons bien ce qua nous ne voulons pas”, durante la misma oleada de levantamiento que estalló entre los hijos de burgueses del mundo en los años en que estaba imponiéndose este Régimen que en día padecemos. Puede que valga la pena que repasemos ahora lo que quieren decir esas proclamaciones. Pues puede, de primeras oídas, parecer que animan a la rebelión alocada y sin ton ni son, cuando quizá estén diciendo lo más juicioso y atinado que de los mecanismos de la acción puede decirse. Y que ello es así no es tan difícil entenderlo. Saber lo que queremos, saber uno lo que uno quiere, es evidentemente la condición para hacer las cosas que en la realidad se hacen de ordinario. Tener un plan o proyecto, lo más definido posible, de lo que pretende es lo primero que requiere lo mismo una Empresa que aspira a sostenerse y tener éxito en el Mercado que también una persona que se está labrando su porvenir o quiere realizarse con cierta certidumbre. No hace falta insistir en eso: llena está la propaganda de la Banca o del Estado, llenas las peroratas de padres y profesores de exhortaciones a que te decidas y te definas, a que sepa de una vez qué quieres hacer, qué quieres ser, y con tal apremio que, si andas muy remolón y vacilante, ellos mismos te explicarán qué es lo que quieres; o hasta si a los mayores no les haces caso, algún compañero más enterado que tú del mundo te informará de qué es lo que quieres. |
Extraído de: